viernes, 24 de agosto de 2012

TIC TAC…
A.-L. Breguet (1747-1823), estableció el patrón por el que la mejor relojería ha sido juzgada desde entonces. Actualmente, sus herederos en Breguet siguen convirtiendo cada reloj en un modelo de supremo arte relojero. A.-L. Breguet nació en Neuchâtel, pero pasó la mayor parte de su vida en París. Ningún aspecto de la fabricación de relojes escapó a su estudio y sus inventos fueron tan decisivos para la relojería como variados.
Las Joyas Breguet, porque en realidad eso es lo que son sus relojes, son piezas maestras para llevar con orgullo en las muñecas, este tipo de relojería va más allá de los relojes de uso diario que por lo general llevamos, lamentablemente su precio no nos deja saborear el tiempo en este tipo de dimensión.
Luis XVI y su reina, María Antonieta, fueron tempranos entusiastas de la relojería de Breguet. Cada reloj de sus talleres demostraba los últimos adelantos relojeros en un movimiento original, dotado en la mayoría de los casos con un escape de palanca o de cilindro de rubí que él había perfeccionado.
A.-L. Breguet buscó refugio en Suiza contra los excesos de la Revolución Francesa. Regresó a París desbordante de ideas, creando la espiral de volante Breguet, su primer reloj de carruaje (vendido a Bonaparte), el reloj de sobremesa simpático y su reloj de bolsillo dependiente, el reloj de tacto y finalmente el tourbillon, patentado en 1801.
Breguet se convirtió en el relojero indispensable para las élites científicas, militares, financieras y diplomáticas de la época. Sus relojes dominaron las cortes de Europa. Para sus clientes más distinguidos, Breguet diseñó sus piezas más notables, anticipando el reloj de pulsera en dos siglos para Caroline Murat, reina de Nápoles, en 1810. Recibió muchos honores en reconocimiento de su enorme contribución a la relojería. Nombrado miembro del Comité de Longitud como fabricante de cronómetros para la Armada, ingresó en la Academia de Ciencias y recibió la Legión de Honor de manos de Luis XVIII.
Cuando falleció en 1823, todos lloraron al que había sido el arquitecto de la mayor revolución en la ciencia y arte de la relojería.
Entre sus clientes figuran la reina María Antonieta, Napoleón Bonaparte, Talleyrand, el sultán del Imperio Otomano, Carolina Murat, el Zar Alejandro I de Rusia,la reina Victoria, Sir Winston Churchill y Arthur Rubinstein; todos ellos demostraron confianza en el gusto y arte de Breguet.
Breguet demás de incluir piezas de las lujosas colecciones del Louvre y del Musée Breguet, esta exposición de piezas históricas Breguet también incluye préstamos de obras maestras pertenecientes a colecciones privadas y a prestigiosas instituciones como la British Royal Collection, el Musée des Arts et Métiers de París, el Museo del Kremlin y el Museo Nacional Suizo.
Bajo la enérgica supervisión de su presidente Nicolas G. Hayek, interesado en contribuir a la preservación del legado cultural suizo y europeo, Montres Breguet S.A. apoya al Louvre financiando la restauración de las salas del Conseil d’État, las cuales albergarán las colecciones de la sección “Objets d’Art” que datan del reinado de Luis XIV (www.louvre.fr).
No hay mejor tiempo que ahora, “el tiempo de Dios es perfecto”, entonces ¿por qué nos vamos a empeñar en lo contrario?, el tiempo para lograr lo que queremos es este mismo instante, sin consultar, sin planearlo tanto, simplemente hay que hacerlo, no hay minuto que regrese, por eso nuestra mirada debe apuntar siempre hacia adelante, ya no hay nada que buscar atrás, ya ese tiempo murió y es imposible hacerlo volver, de eso solo nos queda el recuerdo bueno o malo, pero es solo un recuerdo. Ya hoy día entre nuestra agitada vida no tenemos tiempo de sobra, de hecho prácticamente no tenemos tiempo, la mayoría lo dejamos en nuestro sitio de trabajo, nunca nos queda tiempo para lo que amamos y a quienes queremos, ya no podemos realizar nuestro deporte favorito, leer un buen libro, compartir con nuestra familia, disfrutar un buen vino, en fin no nos queda tiempo para nosotros, ¿entonces a quien se lo estamos dando?, aún no sabemos que hay más allá del día que dejemos de existir, y como dirían los Beatles “la vida es demasiado corta”,  así que comencemos por organizar las 24 horas del día para vivirlas una a una, si queremos seguro que podemos hacer de nuestro tiempo la joya más preciada, distribuirlo para que podamos vivir nuestro tiempo de vida, y no para que nuestra vida muera en el tiempo de existencia. Personalmente pienso que la vida es para dejar una huella por más pequeña que sea, para que seamos recordados, no para que simplemente nos dejemos llevar por las horas que
Dios nos de para existir, la vida es una y el momento de vivirla es ahora. Retomen sus sueños, sus proyectos, vívanlos segundo a segundo, aprovechen de decirle te quiero a la gente que aman, a pasear al perro, a compartir con los que forman parte de sus vidas, tomen el riesgo, ¿que se puede perder?, quizás solo pierdan la oportunidad de su vida…
No hay peor proyecto que el que no se comienza, todos deseamos algo en el mundo, así que volteen a mirar su reloj y vean como las agujas avanzan mientras ustedes piensan si comienzan a vivir o no…
Si tienen la oportunidad de tener una prenda tan maravillosa como un Breguet, disfrútenlo, sírvanse una copa de un buen vino francés y lean su espléndida historia, descubran lo que esconde una pieza como esta en su obra y arte desde su nacimiento hasta sus más fieles clientes, recuerden que este no es el reloj que usted necesita, por supuesto que no, ¿Quién puede necesitar algo así?, esto simplemente se desea con el corazón, relojes hay miles, Breguet  ya es algo diferente para que puedan llevar el tiempo…
Muchos cariños.
Luis.

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