VICTORIA….
…. Pierde en realidad quien ya no puede amar, aquel que busca
en el amor una ciencia y no un sentimiento, pierde aquel que no ha podido
sentir miedo, el que ya no sabe reír, aquel que no puede verse al espejo y
burlarse de sí mismo, aquel que no se recuerda de los buenos amigos, aquel que
no disfrutó nunca de todo lo que tuvo y tiene a su lado.
Las victorias todas tienen un premio que regalar, están
aquellas ganadas en las guerras, las victorias que se obtienen en el deporte,
competir para ganar siempre ha formado parte de la naturaleza humana, pero
definitivamente la mejor victoria es cuando podemos cerrar los ojos al dormir y
soñar con todo lo maravilloso que la vida nos ha regalado, disfrutar de la
caricia de las personas que amamos, el cariño de nuestras mascotas, de tener
como nuestro mejor trofeo la felicidad que hemos ganado.
El éxito en otros ámbitos por supuesto que forma parte de la
vida y también tiene relevancia y la importancia que merece, pero de nada nos
sirve si no tenemos otro corazón con quien compartir, la mejor victoria es la
que podemos vivir a diario, despertar y
tener motivos para sonreír es el mejor premio que la vida nos puede dar. La
única manera de mantenernos ganadores siempre durante nuestra vida es siendo
apasionados con lo que tenemos y hacemos a cada segundo, no tenemos otra mejor
opción que siempre hacer las cosas bien, los ganadores no se reconocen por lo
que tienen en bienes materiales, sino en lo que felices que pueden ser con lo
que tienen. Las personas se hacen invencibles cuando se llenan de esperanzas,
cuando son importantes para otros, cuando son amadas por otras personas, no hay
mejor regalo que sentirse querido por los seres por quien vivimos.
Forjen su victoria día a día, para ganar en principio hay que
ser humilde con su contrincante, aceptar la derrota cuando así sea;
definitivamente es el primer paso para convertirse en un buen ganador, cuando
se gana se enseña pero cuando se pierde se aprende. Un te quiero en las
mañanas, una caricia, un detalle, el estar lado a lado con los que junto a
nosotros luchan por lo mismo son las mejores armas para ganar la guerra, no
existe otra forma de siempre ser el mejor si a diario prácticas en ello, de
tanto perfeccionar las cosas se vuelve rutina hacer las cosas bien…
Es por eso que para amar no existen reglas, no existe un
manual, simplemente se sale a ganar, se sale a demostrar que en realidad nos
importa el otro, que somos buenos porque lo hacemos con el corazón tanto así
hasta que quedamos enamorados para
siempre de los nuestros y de lo que
hacemos. Es así como entonces, nos hacemos conscientes de que vale más a veces
un solo beso que todo el dinero del mundo, vale más una caricia en el momento
exacto que el carro último modelo, vale más ser el líder correcto que el dueño
de un país…
Piénsenlo… es más fácil comprar de nuevo algo que perdimos que
robarle un beso a los que ya no están, siempre podremos destacar en otro
trabajo pero nunca recuperaremos a quienes perdimos por tratar de cuidar un
puesto. La verdadera Victoria es la que se puede vivir todos los días, es la
que a diario nos llama por teléfono a decirnos que nos quiere, es aquella que
dura para siempre…
Para mí la mejor victoria en las mañanas me dice Papá…
La
Victoria alada de Samotracia, también conocida como Victoria de Samotracia y Niké
de Samotracia, es una escultura perteneciente a la escuela rodia del periodo
helenístico. Se encuentra en el Museo del Louvre, París. Representa a Niké, la
diosa de la victoria. Tiene una altura de 245 cm y se elaboró en mármol hacia
el 190 a. C. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia.
La
figura femenina de la Victoria con alas se posa sobre la proa de un navío, que
actúa de pedestal de la figura femenina, cuyo cuerpo presenta una leve y
graciosa torsión. Va envuelta en un fino chitón y un manto, ropajes que se
adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía, tratamiento este que recuerda
a la denominada técnica de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias. El
manto forma un rollo sobre el muslo derecho para caer luego entre las piernas,
dando lugar a una composición muy característica en otras figuras femeninas de
la misma época.
La
escultura es inevitable de admirar, la imponente alada se observa desde la
parte baja de las escaleras lo cual le da mayor presencia, y es ruta
obligatoria para ir a la sala 6 de la Gioconda de Da Vinci. El mar de gente que
la rodea constantemente es increíble, la obra sin lugar a dudas es de las más increíbles
de todo el museo.
Muchos
cariños…
Luis.
Interesante Luis y es verdad no hay mayor victoria sino poder expresar nuestro cariño a las personas amadas .....un abrazo
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