Y de repente… TÚ…
Así que a veces pensamos en uno u otro camino, en una u otra persona, en una u otra profesión, lo cierto es que de repente la vida gira a180 gds sin preguntarnos, y caemos en manos del amor más insólito e inimaginable por nosotros mismos, estudiamos y nos apasionamos por una carrera pero no la ejercemos, porque de repente al tiempo no se le antoja que sea nuestro real momento, y a veces simplemente se detiene el reloj para darnos una nueva oportunidad. Lo cierto es que caminamos a la par de la música que toca la vida, en ocasiones acertados en otras errados una y otra vez, volvemos siempre al principio… y ahí de nuevo de repente... tú.
Cualquiera que sea nuestra elección siempre llevamos a alguien de la mano, o en los mejores y más afortunados casos alguien es quien nos lleva a nosotros de la mano, nuestros padres, un buen mentor, un amigo, un familiar, y para los que realmente tienen suerte un gran amor va de lado junto a nuestros proyectos, de la mano a nuestro creer, a nuestras aventuras, a los momentos, inventos, derrotas y aciertos, pero siempre ahí del lado perfecto de nuestra mirada.
Hay quien camina en la vida de lado a un sueño, pensando siempre en esa compañía que no está, la que quizás estuvo o la que nunca estará, hay quien cree vivir solo, hay quien lucha por tenerla a su lado, y a veces de tanto luchar por algo o alguien nos cansamos, nos agotamos y de repente… tú, sin dar explicación, sin pedir permiso, un paso adentro de mi vida y de ella la razón, tan fácil como pensarte, tan inexplicable como el tiempo que no compartimos, tan certera como mi canción favorita, así es como de repente tú encajas en mi alma, como todo, como mi modo de vivir, como la tinta de mi tatuaje, adentro de mi piel…
De repente en nuestras vidas hay situaciones que no tienen explicación, y así es como debemos de vivirlas… para que buscarle explicación a lo que quizás sea la mejor vida de este mundo, para que arrepentirnos de algo que nos hace sonreír, mientras más explicaciones busquemos es más el tiempo que estamos dejando escapar junto a esa persona, junto a ese proyecto de vida, junto a esa experiencia que llevamos la vida entera preguntándonos si valdrá o no la pena, ahora mismo me pregunto mil cosas que he dejado de andar en esta vida, y recuerdo con una sonrisa en mi cara y una lagrima que cae los mejores momentos de mi vida, lo que nunca olvidaré lo celebro a diario, brindo siempre por lo que sé que vendrá, y me acuesto soñando con lo que aún no sé qué pasará. Pero siempre debemos de darle nuestra mejor cara al peor momento, no hay otra forma de que podamos entender todo esto que es la vida, quizás exista otra, quizás esta sea la única… para estar seguros entonces lo mejor es no seguir guardando en cartas y en cajones los “te quiero” que te debo, el tiempo que no estuve, la canción que no escuchamos, de repente tú… también la quieres escuchar, de repente tú también tengas un “te quiero” para mí, mejor aún… yo sea quien deba de acompañarte a ti…
De cualquier manera, es como un sueño el andar a tu lado, nunca me gusta ir delante o muy atrás, me gusta siempre tocar mi hombro con el tuyo, darle vueltas a mis ideas para convencerte de que si vale la pena, pasar de la sonrisa a la mirada, de la caricia al beso, del beso a tu alma… De repente tú quieras también decirme algo, de repente quieras también mirarme, o simplemente decirme que no entiendes nada pero que te parece que no la pasaremos mal…
Para los que son curiosos y a propósito del Día de San Valentín venidero, no se sabe a ciencia cierta quién es realmente San Valentín, entre un médico, un obispo y un mártir, se pasea la leyenda de este personaje que vacila entre Inglaterra y Francia, lo cierto es que no es necesario el 14 de Febrero para sentirse enamorado, aunque es un momento que es realmente agradable al corazón, no es el único durante el año; vivir San Valentín todos los días debería de ser una propuesta al calendario, y quien quita… De repente tú quieres comenzar desde hoy…
Sobre el rio Sena en París entre sus maravillosos puentes, Pont des Arts es sin duda una de los más peculiares, esto dado a la cantidad de candados que los visitantes enganchan a sus rejas, en los candados los enamorados escriben sus nombres, los anclas a las rejas del puente y la llave la lanzan al Sena en señal de su inquebrantable amor, desde ese puente la vista es un espectáculo indescriptible, dejar un candado en este puente es casi obligatorio y es algo que ya forma parte de la ciudad luz. No importa si no tienen su candado sobre las aguas del Sena, llévenlo consigo y engánchenlo a su vida, por la llave no se preocupen, olvídenla en algún lugar donde no puedan recuperarla nunca más y vivan cada día como si fuera 14 de Febrero… No duden en decir lo que sienten por esa persona, de repente ella tiene toda la vida esperando por eso…