sábado, 30 de enero de 2016

… Calendario.

Lamento tanto lo del calendario, si… pero me cansé de verlo en el mismo sitio de todos los días al lado de la vieja tostadora en la cocina, a no ser por los chistes que traen sus hojas por la parte de atrás, pues ya no nos une nada más… A la final no son las fechas lo que me hacen feliz, ni mucho menos saber los años que han pasado, porque la verdad es esa, solo sabemos aquellos que han pasado, es como leí en estos días: “Cuántos años tienes?”, Pues la verdad no lo sé, tampoco ninguno de nosotros, solo sabemos aquellos que han pasado, pero como saber cuánto tiempo más nos queda en este viaje, por eso digo que no le encontré más sentido al calendario. Al mismo tiempo conseguí una genial porta llaves que siempre viene bien y lo coloqué en el sagrado lugar que destinamos al calendario en casa, nunca sé dónde  dejo las llaves y quizás así me acostumbre a buscarlas en un lugar adecuado para ellas.

Nuestra vida camina al lado de los días, las fechas y los compromisos que vamos tomando, todo se va convirtiendo en un chantaje de tiempo y en un negocio turbio entre nuestros compromisos y los momentos que realmente valen la pena vivir.

No quiere decir bajo ningún momento que nos iniciemos en una cultura de irresponsabilidad y de evadir aquello que nos toca para seguir adelante, pero ahora prefiero pasar la tarde estudiando tu mano para poder tomarla como te gusta, ahora me detengo a dibujarte, y sé que te gustan las rosas y los libros y que hay tiempo para ellos y no se detiene el mundo por eso. Ya no celebramos fechas especiales porque todos los días son maravillosos a tu lado, y no pongo más la alarma en el teléfono para que me recuerde que ese día debo llamarte, ahora me gusta respirar de esa manera sin proponerle negocios al corazón.

Ciertamente no porque el calendario se quedase sin empleo quiere decir que los días no pasan, o que seré eternamente joven, al contrario siento que el tiempo pasa pero que vale la pena cada segundo a tu lado, tengo un par de canas en la barba también,  pero sabes?  la vida es corta para dejar de pasar ese día cocinando contigo, que no vale dejar de cantarte esa canción que te hace sonrojar, cualquier lugar es perfecto para invitarte a bailar, un día a la vez, si… Un día a la vez, no dejo de pensar a pesar de todo que será lo próximo que se nos venga, pero sin duda me interesa más ese HOY que es mejor si es a tu lado.

A todos mis amigos en casa les gustó el despido del calendario, las guitarras por su parte se sienten amadas ahora como cuando estaba yo en mis 15 o 20 años, los libros se erizan cuando les toco la piel, van de un lado al otro los lápices de dibujo y se enamoran entre ellos, todos te piensan y se miran en la sala, y por qué no?… yo también recordé como escribir una carta, como cortar una flor, saqué mi vieja boina que compré en montmartre en aquel viaje a París y la invité a salir, y en las tardes entre el vino que nunca quiso irse de mi lado, te veo también en el humo de la pipa que siempre… siempre huele a esa nostalgia que me ahoga al pensar en ti…




JTA


Luis..

miércoles, 6 de enero de 2016

                         Puente.

Igual soy de los que piensa que el amor no sabe de distancias, que simplemente escoge y se muda a la mirada de la otra persona,  también existe el que estando al lado del otro se ve como un total extraño y se pierde estando en la misma habitación,  en realidad creo que se trata de saltar obstáculos, de tumbar paredes y de sentir que el viento sopla en la dirección correcta estemos donde estemos.

Creo que se trata de regalarte mi hombro cuando estás caída, de tomarte de la mano para caminar al mismo lado, de saberte escuchar cuando ya la almohada te da la espalda. Yo también sé que estás ahí, para entender lo que más nadie puede comprenderme, que me arriesgo porque sé que cuando volteo esperas siempre a mi regreso.

Comprendí que nunca tuve nada entre mis brazos hasta que por primera vez te abracé, que no importa nada más sino el alma que me dejas ver, que nos hacemos viejos y el cuerpo comienza a marcar las hojas del calendario, que solo se mantiene joven el amor y el cariño que sentimos al despertar, aprendí que las cosas materiales adornan muy bien lo que todos pueden ver, pero que realmente solo tú sabes decorar lo que llevo por dentro.

Sé también que el mejor sofá que tenemos es ese donde soñamos juntos, ese que no ordenamos ni limpiamos, ese que vive entre nosotros donde dibujamos, donde leemos, donde formamos poco a poco todo lo que está por venir.

No hay mayor obstáculo que el que nosotros mismos construimos, sé que cuando todo es verdadero hacemos puentes maravillosos y siempre nos vemos uno al lado del otro, que el mejor camino no es el más fácil, pero es el que tiene mejor llegada, que los momentos inolvidables son los que quiero tener en mi cuenta bancaria, que el dinero va y viene con el viento, pero que los recuerdos los tatuamos en el corazón y con ellos pasamos la vida entera.

No soy de construir muros, prefiero por el contrario construir puentes que me dejen llegar a tu lado a cada instante, que hagamos miles de ellos para llegar a donde los sueños nos permitan, que el cielo es el límite, y que estamos dispuestos a  vivirlo un día a la vez.

No dejemos de bailar, paremos el mundo cada vez que nos venga en gana, tomemos el tiempo para cantarnos al oído, recordemos lo bueno y dejemos a un lado aquello que no debió haber pasado, llévame a tu mundo y de vez en vez ven a pasear al mío, siéntate aquí conmigo en el sofá cada vez que te sientas triste, escuchemos algo de música y quedémonos dormidos. No hay mejor momento que el que está por venir, mi mejor recompensa es saber que este camino hasta hoy te ha hecho feliz, el resto siempre lo podremos hacer a nuestra medida.

Yo siempre te veo a donde quiera que voy, me divierte saber que puedes reírte de mí extraño sentido del humor, que nos buscamos en la noche mirando al cielo, y que no hay mejor instante que tu sonrisa, que tenemos la mano del mismo tamaño y que pase lo que pase ambos sabemos que el día siguiente siempre será mejor…



JTA.. Luis.