miércoles, 6 de enero de 2016

                         Puente.

Igual soy de los que piensa que el amor no sabe de distancias, que simplemente escoge y se muda a la mirada de la otra persona,  también existe el que estando al lado del otro se ve como un total extraño y se pierde estando en la misma habitación,  en realidad creo que se trata de saltar obstáculos, de tumbar paredes y de sentir que el viento sopla en la dirección correcta estemos donde estemos.

Creo que se trata de regalarte mi hombro cuando estás caída, de tomarte de la mano para caminar al mismo lado, de saberte escuchar cuando ya la almohada te da la espalda. Yo también sé que estás ahí, para entender lo que más nadie puede comprenderme, que me arriesgo porque sé que cuando volteo esperas siempre a mi regreso.

Comprendí que nunca tuve nada entre mis brazos hasta que por primera vez te abracé, que no importa nada más sino el alma que me dejas ver, que nos hacemos viejos y el cuerpo comienza a marcar las hojas del calendario, que solo se mantiene joven el amor y el cariño que sentimos al despertar, aprendí que las cosas materiales adornan muy bien lo que todos pueden ver, pero que realmente solo tú sabes decorar lo que llevo por dentro.

Sé también que el mejor sofá que tenemos es ese donde soñamos juntos, ese que no ordenamos ni limpiamos, ese que vive entre nosotros donde dibujamos, donde leemos, donde formamos poco a poco todo lo que está por venir.

No hay mayor obstáculo que el que nosotros mismos construimos, sé que cuando todo es verdadero hacemos puentes maravillosos y siempre nos vemos uno al lado del otro, que el mejor camino no es el más fácil, pero es el que tiene mejor llegada, que los momentos inolvidables son los que quiero tener en mi cuenta bancaria, que el dinero va y viene con el viento, pero que los recuerdos los tatuamos en el corazón y con ellos pasamos la vida entera.

No soy de construir muros, prefiero por el contrario construir puentes que me dejen llegar a tu lado a cada instante, que hagamos miles de ellos para llegar a donde los sueños nos permitan, que el cielo es el límite, y que estamos dispuestos a  vivirlo un día a la vez.

No dejemos de bailar, paremos el mundo cada vez que nos venga en gana, tomemos el tiempo para cantarnos al oído, recordemos lo bueno y dejemos a un lado aquello que no debió haber pasado, llévame a tu mundo y de vez en vez ven a pasear al mío, siéntate aquí conmigo en el sofá cada vez que te sientas triste, escuchemos algo de música y quedémonos dormidos. No hay mejor momento que el que está por venir, mi mejor recompensa es saber que este camino hasta hoy te ha hecho feliz, el resto siempre lo podremos hacer a nuestra medida.

Yo siempre te veo a donde quiera que voy, me divierte saber que puedes reírte de mí extraño sentido del humor, que nos buscamos en la noche mirando al cielo, y que no hay mejor instante que tu sonrisa, que tenemos la mano del mismo tamaño y que pase lo que pase ambos sabemos que el día siguiente siempre será mejor…



JTA.. Luis.



No hay comentarios:

Publicar un comentario