martes, 7 de agosto de 2012

UNA HISTORIA DE AMOR…
En la India, el rio Yamuna llega a Agra en dirección Norte-Sur describiendo una curva que apunta en ruta al este abandonando la ciudad, entonces entrega en esa parte en el reflejo de sus aguas a la orilla derecha el monumento al amor de la humanidad: “El Taj Mahal”.
Sin entrar en muchos nombres característicos del país y en la complicada secuencia de los años que se crece en este tipo de construcciones maravillosas, trataré de hacerles la historia lo más sencilla posible, en esta oportunidad lo importante es entender la magnitud del sentimiento que se expresa en tan semejante obra declarada una de las maravillas del mundo.
El emperador Shah Jahan (Emperador del Mundo) se casó en 1612 con Mumtaz-i Mahal, ella era nieta de Itimad-ud-daulah, ministro principal del emperador Jahangir, y también sobrina de la esposa de este, Nur Jahan. No fue la primera esposa del príncipe Shah Jahan, pero fue su favorita. En 1631, unos años después de la ascensión de este al trono, y cuando le acompañaba en su campaña en el Decán, murió al dar a luz a su decimocuarto hijo.
Un amor de jóvenes que caminó los años hasta ver al príncipe hacerse Rey, se dio en matrimonio en año 1612, Mumtaz-i Mahal (que significaba la Elegida del Palacio), fue el amor de la vida del Rey, a pesar de no ser su única esposa fue siempre y por sobre todas su preferida.
Mumtaz Mahal, no resistió el parto de un nuevo hijo. En su lecho de muerte, la reina le pidió a su rey que construyera en su memoria un monumento sin igual en el mundo... El Rey sin dudarlo mandó a construir  el mausoleo más impresionante de todo el planeta: el mármol fino y blanco de sus paredes se trajo de las canteras de Jodhpur, jade y cristal de la China, turquesas del Tibet, lapislázuli de Afganistán, crisolita de Egipto, ágata del Yemen, záfiros de Ceylán, amatistas de Persia, coral de Arabia, malaquita de Rusia, cuarzo de los Himalayas, diamantes de Golconda y ámbar del océano Indico.
Veinte y dos años costó la construcción de este monumento, las riquezas de todo un país fueron arriesgadas en esta construcción, vidas de trabajadores, excesos inimaginables y la traición de un hijo a un padre fueron los más grandes sacrificios que se dieron para la construcción de Taj Mahal.
El Rey traicionado y destronado por su propio hijo terminó viendo la construcción del monumento desde la ventana de una cárcel en el fuerte rojo, encerrado por su hijo quien dijo que su padre acabaría con todo un país por terminar esta construcción, murió mirando el Taj Mahal desde la ventana de su celda a los 74 años de edad.
Para el Rey lo más hermoso que podía pasar en su vida era ser enterrado en el Taj Mahal al lado de su querida esposa, para esto se construyó una cámara especial donde Ella está representada por una pequeña loza, y el Rey, por un tintero, símbolo de la mujer como un papel en blanco en la que escribe su marido.
Se dice que el emperador Shah Jahan quería construir su propio mausoleo en mármol negro, a imagen y semejanza del de su esposa, al otro lado del río Yamuna, y unir después ambos mediante un puente de oro.
Taj Mahal tiene maravillas de cámaras, paisajes, jardines, curiosidades, magia indescriptible que no se pueden describir en un modesto artículo como este, es algo inmenso como el amor del Rey hacia Mumtaz Mahal, lo que si se puede decir es que hay amores enormes, gigantes, pasiones que nos arrastran que nos hacen grandes, otras nos destruyen nos obsesionan y al mismo tiempo nos llenan el alma. Todos tenemos a nuestra Mumtaz Mahal, y déjenme decirles que debemos amarla o amarlo según sea el caso, cuando nuestras pasiones mueren, con ellas mueren las esperanzas, nuestros sueños, nuestros ideales, para el Rey Shah Jahan su vida y su muerte fueron por el amor más grande del mundo, aun pensando en que algún día moriría soñaba con estar al lado de su gran amor. No hay algo tan grande como el amor que no conoce de vidas ni de momentos, no hay tiempo mejor para querer algo o alguien que ahora, el tiempo es implacable y no conoce de sentimientos, por eso es que a todos los que tenemos una Mumtaz Mahal en nuestra vida, el momento de decirlo es ahora, el momento para ese proyecto que nos embriaga es ya!, el tiempo de Dios es perfecto y seguro que es ahorita; no dejen para mañana aquello que sienten por dentro que deben hacer para que sean felices en su vida, las oportunidades a veces van y vienen, otras veces nos pasan una sola vez en la vida y nunca regresan, no sabemos cuando será el momento indicado para nuestra Mumtaz Mahal así que no pierdan más tiempo, disfruten de este articulo y los invito a que investiguen los por menores de esta bella historia de amor, mientras lo hacen y se entregan a esa lectura les recomiendo escuchar la buena música de YANNI en concierto desde el Taj Mahal, y esto les será una capsula que los llevará directo a este maravilloso lugar, no hay canción en especifico en este Cd, todas invocan este lugar y sentirán estar sentados en su jardín principal que sirve de entrada al Monumento al Amor de la Humanidad.
Muchos Cariños.
Luis.

1 comentario:

  1. El mundo intenta describir el máximo sentimiento (“el amor”) pero solo pocos logran darle un sentido pleno que lo identifique en toda su extensión, en estas palabras veo un ejemplo claro de lo que es una muestra de amor, pues solo quienes lo vivimos y lo disfrutamos sabemos que su pureza nos envuelve a todos, su luz nos hace soñar como nunca y cuando compartimos la pasión de este sentimiento espectacular con la persona amada el tiempo se nos queda en ese instante, esos momentos inspirados en las personas especiales que comparten la alegría de vivir en amor. Reflexionando y pensando confirmo que sin duda alguna desde el día que nacemos el amor se hace presente en nuestras vidas.

    Del amor se puede decir mucho, gracias por compartir esta historia que refleja muchos aspectos de la vida cotidiana, un gran saludo.
    Viviana C.

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