sábado, 17 de noviembre de 2012

Tócate…
Hay luchas que en momentos parecen ser batallas perdidas apenas conocemos el contrincante, hay quienes nos retiramos con el simple hecho de saber la trayectoria del adversario, hay quienes se resignan a una derrota inevitable, pero hay quienes son valientes y no se dan por vencidos, y hay quienes simplemente son triunfadores sin importar en el campo que estén.
El cáncer es un enemigo de cuidado, de amplio currículo tomando vidas, experto en la materia esta enfermedad sorprende con quienes se lleva en sus manos, sin embargo hay quienes son nobles y deciden enfrentarlo, y más aún; hay quienes lo derrotan y lo retan hasta la próxima consulta.
Para las damas el cáncer de seno es un terrible personaje de cuidado que se derrota solo con la prevención de conocerlo apenas ofrece la pelea, entonces solo en ese momento el combate es justo. Muchas personas maravillosas han sido victima de tan terrible enfermedad, y los que las ha hecho más esplendidas ha sido su capacidad de pelear y de en casos salir victoriosas.
Hace unos días mi amiga Myriam a quien quiero muchísimo se encontró de frente a este monstruo del cáncer de seno, sin embargo y gracias a la prevención de costumbre afrontó el primer round del combate de “tú a tú”, y como era de esperarse este primer asalto lo ganó mi querida amiga, y entre lo rápido y poco que duró todos esos días de horrible intriga pude ver como la mejor arma utilizada fue el optimismo y las ganas de no dejarse vencer, el amor a la vida y el querer seguir de pie es un golpe en seco para el cáncer, nunca dude que Myriam fuera salir victoriosa, lo que nunca imaginé fue ver la golpiza que le pudo propinar a esta terrible enfermedad. No todos somos como Myriam en estos momentos o en situaciones similares en nuestras vidas, con ese temple se nace y se hace fuerte en el andar de la vida, por eso es que la peor derrota es cuando no se lucha, el camino ahora es con cautela y cuidados, no hay cabida a equivocarse y mucho menos al descuido, todos sabemos que así va a ser por supuesto,  la pelea apenas comienza y la vamos ganando. No hay por qué desanimarse ni dejar que el cáncer tome ventaja, la prevención y la fe en que todo va a salir bien es una receta implacable para esto, lo que nuestro corazón quiera es lo que va a ocurrir, en ningún momento el trayecto es fácil pero tampoco es imposible, caminar al lado de este flagelo es una tarea de centinela que no todos saben llevar, por eso es que este transitar es responsabilidad de todos los que tenemos a un familiar con este peso encima, el apoyo de todos y cada uno es lo que espanta al cáncer, no es un remedio científico en realidad pero si es del espíritu, y un espíritu triste es caldo de cultivo para esta enfermedad, así que no hay razón de por que dejar esa puerta abierta para que el cáncer pueda entrar.
A mi amiga toda la fuerza del mundo, ya sabemos que ahora es cuando nos queda tiempo para verte, que la fuerza de querer estar con nosotros es más grande que esta enfermedad, y el camino que aún queda lo recorremos juntos todos para no darle chance al más mínimo retorno, es fácil cuando la peleadora es de lujo, por eso apostamos a tu cariño y a tu tenacidad para seguir riéndonos contigo hasta que Dios piense que tiene algo aún mejor para ti.
A las que hoy luchan contra esto conviértanse en Myriam, golpeen con fuerza y sin errores, apóyense en quienes los aman y sean fuertes por ellos, afronten esa realidad sin cobardía y dispuestas a todo, sean agentes multiplicadoras de lo que se debe hacer para seguir adelante y empujen a quienes se dan por vencidas a volver a la batalla, para ser como Myriam hay que ser así, la receta no es fácil pero pueden estar seguros que es el récipe exacto para un ser maravilloso.
Para todas ustedes que no han pasado por esto, para las que ya pasaron y se han ido, y para las que hoy pelean y van ganando cada segundo de vida con su fuerza para vivir…
Fuerza a todas…
Luis.

Desde hace varias décadas, el cáncer de mama se ha incrementado en grado notable alrededor del mundo, sobre todo en países occidentales y este crecimiento permanece, a pesar de que existen mejores instrumentos de diagnóstico, diversos programas de detección temprana, mejores tratamientos y mayor conocimiento de los factores de riesgo.
El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente en la mujer occidental y la principal causa de muerte por cáncer en la mujer en Europa, Estados Unidos, Australia y algunos países de América Latina.
El cáncer mamario representa 31% de todos los cánceres de la mujer en el mundo. Aproximadamente 43% de todos los casos registrados en el mundo en 1997 corresponden a los países en vías de desarrollo. La incidencia está aumentando en América Latina y en otras regiones donde el riesgo es intermedio (Uruguay, Canadá, Brasil, Argentina, Puerto Rico y Colombia) y bajo (Ecuador, Costa Rica y Perú).

Con base en un análisis estadístico del año más reciente para el cual existen datos en cada país, son cinco los países donde la mortalidad anual por cada 10.000 mujeres es mayor: Uruguay (46,4), Trinidad y Tobago (37,2), Canadá (35,1), Argentina (35,2) y Estados Unidos (34,9).[12]


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