viernes, 15 de mayo de 2015

Cerrando puertas…

Comenzar una nueva etapa en nuestras vidas siempre es maravilloso, y lo digo en general CUALQUIER ETAPA, nuevo empleo, la adolescencia, la madurez, la vejez, una nueva etapa sentimental, en fin cualquiera. Pero para poder hacer eso y comenzarlo adecuadamente hay que dejar atrás muchas cosas, no podemos madurar siendo aún niños, tener un nuevo empleo sin dejar al otro, una nueva pareja teniendo la antigua, para todo debemos de cerrar la puerta para que se abran nuevas.
De principio es fuerte abandonar ciertas cosas, cerrar ciclos, sobre todo si fueron maravillosos en su momento, incluso si nos hicieron felices, cuando nos sentimos fuertes y ágiles, cuando estuvimos de moda, cuando sentimos tener el mundo a nuestros pies. El tiempo pasa y algunas cosas se van junto al calendario, pero eso no quiere decir que llegó el final; quedan muchas cosas maravillosas y especiales por venir, ciertamente algunas cosas quedarán como asignaturas pendientes, pero podemos hacer de ellas experiencia enriquecedora que podemos transmitir a los que vienen después de nosotros.
Hoy ya no creo que me convierta en un Nadal o en un Federer jugando al tenis, pero disfruto enseñándole lo que se a mi hija, si… ya no creo que sea ese campeón que pensé se podía hacer, simplemente en mi horario de trabajo vuelvo a ver a mis máquinas y mis barcos  de nuevo día a día buscándole solución a sus presiones, a su sistema de bombeo a su electrónica y a todo lo que las hace vivir, pero luego voy a la maravilla de la vida y puedo jugar al tenis con mi hija y enseñarle a golpear bien la bola.
Así vamos comprendiendo que no es triste cuando el calendario avanza y vemos que ciertas cosas quedaron pendientes por hacer, por el contrario es de sabios y es especial saber caminar al lado de los días, nunca dejarnos ganar y tampoco podemos ganarle nosotros al tiempo. El tiempo marca siempre la pauta, de nosotros queda saberlo vivir y apreciar cada segundo que pasa.
En nuestra profesión es nostálgico a veces ver como dejamos etapas atrás donde aprendimos miles de cosas pero es mejor aún saber que vamos para mejor, que los nuevos retos son nuestro nuevo medidor y al hacerlos vamos pasando etapas y estamos listos para lo que viene.
Estaba yo en mis 15 años o 16 quizás y comencé a trabajar en una empresa de mantenimiento e instalación de sistemas de aires acondicionados desde pequeños hasta montajes industriales de envergadura con mi amigo Raúl González de G&G  Ingenieros,  al principio Raúl solía acompañarme y enseñarme, luego ya iba solo, y créanme la primera vez  siempre es emocionante y hasta temerosa, pero uno va superando etapas y le da bienvenida a otras. Se cierran puertas pero de esas etapas se lleva uno lo mejor, el aprendizaje y los buenos amigos, con mi buen amigo Raúl aprendí a que a diario se debe planificar las tareas del día, y mientras más temprano más tiempo tenemos de solventar las situaciones, ya de eso pasaron 22 años hoy ya pasando etapas y etapas terminé reparando buques  mercantes y montando grúas de 550 toneladas con personal extranjero, de todos esos momentos me siento feliz y orgulloso.
 Así pues es todo en la vida, cerramos puertas y abrimos nuevas que siempre son un reto mayor al anterior.
Y cuando crean que lo saben todo y no hay más puertas que abrir, conviértanse en Padres, y traten de entender lo que hay en esas cabezas de nuestros hijos. Y cuando no sepan que hacer, pregúnteles a ellos mismos, que de seguro ya a estas alturas nos han superado…

Dedicado a mi buen amigo Raúl Gonzáles “El Cucho”… ha pasado el tiempo y aún recuerdo aquellos días donde el pollo estaba pequeño y había que buscarlo en la escuela…

Este artículo lo escribí escuchando “De vez en cuando la vida” del maestro Serrat, a los que no la han escuchado pues les garantizo que no perderán un segundo de su vida escuchando está pieza maravillosa.

Cariños..

Luis


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